Otra
de las películas más esperadas era "Mirrormask",
que compite en la Sección Oficial. El primer proyecto fílmico
del prestigioso ilustrador Dave McKean junto a la presencia del guionista
de novelas gráficas Neil Gailman traía buenos presagios.
Desafortunadamente, el resultado final no ha sido tan rotundo. "Mirrormask"
se presenta en la línea de un cuento infanto-juvenil de corte
"carrolliano", pero sin esconder sus referencias a "El
mago de Oz" o "Dentro del laberinto" (no por casualidad
está producida por el estudio Jim Henson). Su protagonista
es una adolescente que se siente a disgusto trabajando en el circo
de sus padres, pero que un día, tras la repentina enfermedad
de su madre y bajo un sueño profundo, se verá trasladada
a un mundo paralelo poblado por extrañas criaturas. Una vez
allí, y cual relato de hadas fantástico, deberá
encontrar un espejo para despertar a la Reina Blanca y regresar a
su hogar.
Rodada con protagonistas
de carne y hueso insertados posteriormente en un fondo digital, "Mirrormask"
es un goce plástico para la vista. Sus escenarios, mezcla de
una pintura renacentista y el arte surrealista, pero con el toque
personal de McKean, sumergen al espectador en un mundo bello y a la
vez onírico. Pero es una pena que no vaya más allá
de lo estético. A McKean le ocurre lo que a directores con
unos mundos tan sugerentes como Jean-Pierre Jeunet o Terry Gilliam,
cuya inventiva visual suele desbordar a sus argumentos. El trasfondo
represivo de "Mirrormask", el hecho de que nos cuente como
en ocasiones no somos capaces de afrontar los problemas y nos hundimos
mientras es el otro yo quien sale a la superficie, se encuentra demasiado
soterrado. La parafernalia visual termina engullendo a una historia
bonita, de esas de toda la vida, pero que se hace pesada ante la acumulación
de imágenes.
Aún
más decepcionante es "A World without Thieves", película
china de alto presupuesto que cuenta con la presencia de Andy Lau
en uno de los papeles protagonistas. A pesar de contar con una premisa
siempre atrayente como es un grupo de ladrones acechando a su presa
durante un viaje en un tren de esos que le gusta a Agatha Christie,
el largometraje dirigido por Feng Xiaogang no solo se hace largo y
aburrido, sino también incluye buenas dosis de moralina desgastada
sobre la nobleza intrínseca del ser humano. Lo único
realmente interesante del conjunto es la forma de rodar y montar las
escenas de los robos y los choques entre los profesionales, así
como la invención de todo un cúmulo de trucos para cometer
las fechorías. Ni siquiera Andy Lau ni la bella Rene Liu consiguen
aumentar el interés. "A world without thieves" es
demasiado inocente como para ser tomada en serio.
Roberto
Alcover Oti